LO QUE VENDEN LOS BANCOS: EL DINERO COMO PRODUCTO

Solemos ver al dinero como una simple moneda de cambio, como una forma de acumular riquezas, poder… y no nos damos cuenta de que al fin el dinero no es más que energía potencial que podemos acumular, pero si no la utilizamos, si no le damos el valor y cuidado que se merece, se transforma y acabamos por perderlo.

Su efecto es tal cual lo dice la segunda “ley/principio” de la termodinámica, la Entropía: Cualquier sistema que dejemos en estado de reposo, con el tiempo entrará en caos hasta alcanzar un punto de equilibrio (mayor desorden del sistema). Este efecto es idéntico cuando hablamos de dinero al igual que la primera “Ley/principio” que hemos visto en el artículo anterior.

Cuando un inversor o ahorrista pierde dinero, hay otra parte que lo gana. De la misma manera (y en una forma muy simplificada), si un gobierno imprime dinero, genera la devaluación de la propia moneda y esta pierde valor a tal punto que la base monetaria sigue manteniendo su equilibro respecto a su valor global. Pero este no es nuestro tema de conversación de hoy.

Siguiendo con el hecho que el dinero no es más que energía potencial en nuestras manos, y reconocemos que no es más que un simple “papel” hasta que llega el momento de darle un uso, aparece el principal problema que da motivo a este artículo. Queremos controlarlo, hacerlo crecer e incrementar nuestro patrimonio.

Ya en tiempos de los Fenicios, ellos comprendían muy bien lo que habían creado. Poner en metálico un peso adecuado que pueda utilizarse como objeto de intercambio entre las diferentes culturas, desde el mediterráneo hasta las indias. Este concepto, a lo largo de los siglos venideros, se convirtió en una industria por sí misma donde, como en toda industria, se persigue un fin de lucro. El dinero dejó de ser una simple “moneda de cambio” para convertirse en un producto.

La industria fue desarrollándose, creciendo, convirtiéndose en un aparato cada vez más eficiente en conseguir un producto barato para venderlo caro.

El mercado nos vive dando y mostrando oportunidades constantemente. Pero si no estamos preparados para subir al tren, ni vamos hacia la estación, se hará imposible poder aprovecharlas.

Diseñamos, creamos e invertimos en proyectos tangibles avalados por Ayuntamientos y Gobiernos Provinciales en América, Europa y Asia. Como oportunidades de inversión para nuestros clientes.